
Tres auditorias anuales (una cada cuatro meses), con sus correspondientes informes.
Alertas en caso de situaciones conflictivas o de las que pudiera derivar un peligro para el consorcio tales como: falta de pago de aportes provisionales, cargas sociales, seguros, etc.
Control de gastos, verificación de contrapartidas contables a partir de facturas por trabajos contratados, etc.